Las condiciones edáficas y climáticas fueron óptimas y acompañaron a la siembra del maíz. A esto se suma que los productores hicieron un buen uso de las herramientas tecnológicas respecto a los genes en semilla y que la fertilización fue adecuada. Todo esto permitió que las plantas llegaran, antes de las lluvias que se dieron esta semana que pasó, con una buena estructura.
Las últimas precipitaciones se desencadenaron en el momento exacto en que las condiciones del suelo empezaban a complicarse por la poca disponibilidad de agua, destacó Daniel Gamboa, técnico del Programa Granos de la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres (Eeaoc).
En cuanto a los maíces más chicos, la realidad es otra: su situación era muy complicada, por lo que el agua que cayó en estos días fue vital para la continuidad del cultivo. Además, se vieron favorecidos por una disminución importante de la temperatura que ayudó a que los cultivos respiren.
Respecto a las plagas, dependiendo del tipo de maíz, de la fecha de siembra y de su estado de crecimiento y desarrollo, algunos productores no aplicaron y otros hicieron solo una o dos aplicaciones para el control de spodopthera, sobre todo.
Gamboa apuntó que los maíces con viptera “anduvieron muy bien; solo tuvieron alguna que, al no llover bien durante parte del ciclo, tuvieron las plantas un crecimiento más lento”.
Por otro lado, en los sorgos sembrados, que este año los productores aumentaron su superficie, el ataque de gusanos fue mayor, por lo que se realizaron dos y tres aplicaciones.
“Sin duda la tecnología de control de insectos existe, la protección del gen existe y este año se lo diferencia bien. En sorgo se aplicó insecticida en mayor medida que en los maíces”, comentó el técnico de la Eeaoc.
Un mes clave
En lo que respeta al desarrollo del cultivo, febrero será definitivo para los maíces más tempranos y dependerá particularmente de cómo sea el comportamiento de las lluvias. “Todos esperamos que no existan huecos sin lluvias y que se den de manera más regular, en períodos semanales. Mientras que en el caso de los maíces más tardíos el mes fundamental será marzo.
“Esperamos que las lluvias sean parejas, normales y bien distribuidas para que los cultivos lleguen a final de floración y llenado con la suficiente humedad que permita tener un rendimiento final adecuado y esperado”, insistió Gamboa.
Sobre las malezas en general, dijo que “se realizaron buenos barbechos que permitieron que los cultivos estén en condiciones. En el uso de herbicidas residuales, la falta de lluvias hizo que actuaran en un período mayor de tiempo, generando algún amarillamiento de plantas, dándose sobre todo en suelos más pobres”, apuntó.
Se espera que en los próximos días el clima acompañe y que los productores puedan obtener mejores resultados.